“Errar es humano, persistir en el error es de tontos”.
No sé a quien pertenece la frase, pero ilustra bien el inicio de la campaña electoral de la oposición boliviana.
Entendamos:
Mario Abel Cossío Cortez, prefecto del departamento de Tarija presentó, el lunes 2 de marzo, una proposición acusatoria contra el presidente Evo Morales, a la que se adhirieron sus colegas de Santa Cruz, Rubén Costas; Chuquisaca, Savina Cuellar; y Beni, Ernesto Suárez.
El presidente es acusado por presuntos delitos de “aprobación de resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes, incumplimiento de deberes y conducta antieconómica.”
La demanda pretende enjuiciar al Jefe de Estado dentro de la nueva Constitución Política, porque supuestamente habría violado la ley al emitir el decreto supremo 29506, que reformó las normas que rigen la contratación de bienes y servicios en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Si no avanza el juicio, será una actuación de tontos, porque lo que parece interesante para la oposición, puede ser muy provechoso para el gobierno.
Si no, recordemos apenas 3 episodios:
1. En enero de 2002, cuando Evo Morales era apenas un diputado representante de la circunscripción 27 del Chapare, la oposición lo catapultó a la fama nacional, al expulsarlo del Parlamento.
2. Ese mismo año, en las elecciones de junio, las acusaciones contra Evo Morales de que era “terrorista”, “guerrillero” y “narcotraficante”, no fueron suficientes para evitar que el MAS conquistase 581.884 votos en todo el país, obteniendo 36 escaños, iniciando el desgaste de la estructura política nacional sostenida por los partidos llamados de tradicionales.
3. Finalmente, Evo Morales se convirtió en el primer presidente indígena al vencer las elecciones del 18 de diciembre, con el 53.7 por ciento de los votos, con la colaboración de los últimos dos embajadores norteamericanos, quienes contribuyeron mucho para la proyección nacional e internacional del actual presidente con el vano intento de desprestigiar su figura, al recordar, con insistencia, su pasado de dirigente cocalero.
Nuevamente, en lugar de proponer una alternativa al proyecto del MAS, la oposición demuestra desesperación antes de un pleito electoral.
Las intenciones oposicionistas de desgastar la figura del presidente pueden ser una vez más el arma principal del MAS para vencer, contundentemente, otra elección.
Por falta de habilidad política, la oposición boliviana se perfila como el principal cabo electoral de Evo Morales.
“Errar es humano, persistir en el error…”
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1 comentario:
pronto se les caera sus máscaras a todos los corruptos del MAS, incluído Evo Morales que es un personaje decepcionante. "Errar es humano pero tambien de sabios enmendarlos" mejor verdad?
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