Ya ocurrió con el Tribunal Constitucional y con el Consejo de la Judicatura.
Una acefalía más en la Corte Suprema de Justicia y, por primera vez en su historia, Bolivia quedará completamente sin administración de justicia.
Hoy, tres jueces de de la Suprema Corte llegaron al final de su mandato, simultáneamente. Quedan en funciones 8 magistrados.
Y el gobierno y la oposición, bien gracias.
Como si no se debieran a los ciudadanos y ciudadanas del país.
Y lo peor es que no hay voluntad política de ninguna de las partes para solucionar el problema.
Su miedo es que uno de los lados tenga más influencia en el Poder Judicial y así manipular la justicia, como siempre aconteció en el país, además.
La oposición luchará hasta lo último de sus fuerzas, pues se juega su última carta. Si la pierde, muchos oposicionistas tendrán que dejar el país, pues con la nueva Constitución muchos crímenes saldrán de las gavetas del olvido y serán colocados nuevamente encima de la mesa.
En ese contexto, lo peor es aguantar las declaraciones de los políticos acusándose mutuamente, días tras día.
Triste muestra de un país en que los privilegiados no necesitan de justicia.
¿O mejor sería decir que necesitan de ella para mantener sus privilegios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario