martes, 31 de marzo de 2009

Con esos amigos, el presidente Evo Morales no necesita de enemigos

"A petición de la Federación de Gremiales, exigimos a los administradores de Canal 57alejar al señor Andrés Rojas, toda vez que en los hechos de octubre de 2003, se habría referido muy mal de los alteños en la expulsión de Gonzalo Sánchez de Lozada, por lo que no podemos admitir cómo alguien que se refirió de manera despectiva a los alteños, sea amparado en un canal alteño. Lo contrario significará asumir otras medidas", señala la resolución 11 del ampliado ordinario de la COR, llevado a cabo el 18 de marzo.”

Así está redactada la 11ª Resolución del V ampliado de la Central Obrera Regional de la Ciudad de El Alto, para exigir la destitución de Andrés Rojas del Canal 57 que tiene su sede en esa ciudad.

La persona que propuso esa resolución, demuestra su ignorancia, porque ciertamente no debe ser muy adepta a la lectura y, por lo que se puede notar, no estuvo involucrada en las jornadas de octubre-2003.

En esa fecha, Andrés Rojas trabajaba en la Red Erbol, la única emisora de radio que permaneció ininterrumpidamente “al aire” informando lo que aconteció, antes, durante y después de la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Para muchos ciudadanos paceños, algunos tendenciosos, “la Red Erbol fue una de las responsables por la caída de Goni”.

Nada más falso, la Red Erbol y Andrés Rojas en donde y con quien tuve el placer de trabajar como reportero en esas jornadas, se limitaron a informar a respecto de los acontecimientos y, claro, a denunciar los atropellos contra los campesinos en Patacamaya y la matanza en El Alto. Eso se llama objetividad.

Por esa actuación profesional en el 2003, y hasta ahora, grupos opositores (también ignorantes y tendenciosos) al gobierno de Evo Morales acusan a los que estuvimos ejerciendo el periodismo en la Red Erbol de “masistas”.

En este país los malos políticos y pésimos ciudadanos, de la situación y de la oposición, exigen que los periodistas estemos alineados con un lado o con el otro.

Al final, derechistas e izquierdistas (noten que no digo gente de izquierda), si no, izquierdistas, en el sentido leninista más despectivo del término, se parecen y se merecen.

A esta altura de la historia boliviana, yo no consigo más distinguir entre la brutalidad ignora de la “Juventud Cruceñista” (y otras “juventudes”) y de la brutalidad insana de algunos miembros de la “COR de El Alto” (y otras “cores”), travestidos de dirigentes de los “movimientos sociales”.

Hasta desconfío que la persona que propuso la infeliz “resolución nº 11” esté haciendo el “juego de la derecha” intentando acallar a los periodistas de un medio que, justamente, por estar en la ciudad de El Alto, son considerados por los enemigos de Evo Morales, “como sus defensores”.

¿Quién puede afirmar que esa persona no sea un personaje infiltrado en la COR de El Alto?

Con ese comportamiento, estos señores que se toman la libertad de “hablar en el nombre de los ciudadanos alteños”, serán los encargados de minar las entrañas del MAS y del gobierno de Evo Morales.

Y, peor, mancharán la gloriosa historia de la Central Obrera Boliviana (COB) que tenía como base ideológica, sólidos argumentos políticos que defendían los intereses de los trabajadores y no de sectores corporativistas.

Al final, con esos amigos, el presidente Evo Morales no necesita de enemigos.

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