jueves, 19 de febrero de 2009

“Reflexiones del compañero Fidel” colocan en apuros a la presidenta de Chile Michelle Bachelet. Evo mira de palco


Después de haber dejado el poder ejecutivo en Cuba, Fidel Castro se dedicó a escribir a respecto de varios asuntos coyunturales mundiales.

A pocos lideres mundiales él recibe en su refugio de convaleciente. Sus encuentros los hace generalmente con políticos que, de una manera o de otra, tienen alguna afinidad ideológica con el régimen de Cuba.

Entre ellas está la actual presidenta de Chile Michelle Bachelet, duramente torturada durante la dictadura de Pinochet.

La presidenta fue elegida con el apoyo del Partido Comunista Chileno, como Castro recuerda en sus “Reflexiones” publicadas el último 12 de febrero.

Entre muchos otros asuntos, Castro tocó con Bachelet el tema marítimo que envuelve a Bolivia y Chile, desde 1879.

Acto seguido, Castro escribió los pormenores de su conversación con la señora Bachelet. El que sigue, es el trecho en que se ocupa del problema marítimo boliviano.

“(…) Esa misma oligarquía (la chilena) hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico.

Bolivia sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda. No solo le arrebataron la costa marítima y la salida al mar, sino que privaron a ese país, de origen auténticamente americano, sobre todo aimaras y quechuas, de extensos territorios muy ricos en cobre que constituían la mayor reserva del mundo, que habiendo sido explotada durante 130 años, hoy su producción se eleva a 5 millones 364mil toneladas anuales y aporta a la economía chilena alrededor de 18 mil 452 millones de dólares anuales. No se concibe la sociedad moderna sin el cobre metálico, cuyos precios tienden a elevarse.

Otros valiosísimos minerales y productos naturales, algunos ya agotados y otros nuevos de altísimos precios, han aparecido. No se sabe cuáles de ellos eran chilenos y cuáles bolivianos.

Evo Morales, actual presidente de Bolivia, no por ello guarda rencor alguno, sino al contrario ofreció su territorio para una amplia y moderna vía, por donde podrán enviarse a muchos mercados del mundo los productos de la eficiente industria de Chile, en pleno auge y desarrollo, con sus laboriosos y productivos trabajadores.”


No es nada extraño, claro, que la oposición chilena haya echado el grito al cielo por las declaraciones de Fidel Castro.

Lo que me extraña, es que la oposición al gobierno boliviano y algunos “analistas políticos” y columnistas de periódicos oposicionistas bolivianos, hayan criticado las palabras del líder cubano.

“Cómo es posible que Evo Morales no diga nada y Fidel Castro sí”, dijeron algunos iluminados.

Me parece que, aparte de agradecer al ex presidente cubano, Evo Morales no tiene nada más que hacer en el episodio.

Al contrario, creo que tuvo comportamiento correcto porque, primero, nunca las relaciones diplomáticas y económicas con Chile estuvieron tan bien, y, segundo, porque jamás se discutió abiertamente como ahora, entre dos gobiernos democráticamente elegidos, la reivindicación marítima boliviana.

Diplomacia es eso.

Personalmente, creo que las relaciones entre Bolivia y Chile deberían ser reatadas inmediatamente, porque, de facto, ya son normales.

Hay intercambio comercial, apertura de fronteras y libre tránsito de ciudadanos de y en los dos países.

A rigor, solo falta el intercambio de embajadores.

Lo demás es hipocresía diplomática.

No hay comentarios: