Uno de los personajes bolivianos más sanguinarios y siniestros finalmente está en una cárcel boliviana: Luís Arce Gómez (a la derecha en la foto), que fue expulsado por los EEUU.
Inmediatamente, políticos del MAS y miembros del gobierno nacional salieron a la palestra, pidiendo que el gobierno norteamericano tenga la misma actitud con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Difícil.
La situación de Goni es frontalmente contraria a la de Arce Gómez.
Arce Gómez no fue llevado y encarcelado en los Estados Unidos por cuestiones políticas y su envolvimiento con la dictadura de Luís García Mesa (a la izquierda en la foto).
Fue extraditado, sí, por su comprobada ligación con el narcotráfico, después de juzgado y condenado por los propios norteamericanos.
Las acusaciones contra Sánchez de Lozada son otras; el ex presidente tiene que ser juzgado (mismo a revelía) y, si condenado, recién solicitar su extradición.
Y eso puede llevar muchos años.
No recuerdo nombre de alguien que haya defendido las políticas norteamericanas
Arce Gómez, política, asesinatos y narcotráfico
La llegada y encarcelamiento de Luis Arce Gómez a Bolivia, después de expulsado por el gobierno de Estados Unidos, no debe significar la conclusión de una de la etapas más sombrías de la historia contemporánea boliviana.
Todavía debe declarar a respecto del paradero de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz y otros a los cuales él mandó matar.
La tortura y asesinato del sacerdote Luís Espinal y de los entonces militantes del MIR - Movimiento de Izquierda Revolucionaria, en la calle Harrington, La Paz, fueron otros de sus crímenes y debe decir con quienes los planificó y ordenó.
Hombre poderoso durante el gobierno dictatorial de Luís García Mesa, en 1980, Arce Gómez adquirió independencia total como ministro de Gobierno, tomando decisiones que redundaron en la muerte de muchos bolivianos.
Arce Gómez fue la punta de lanza de un gobierno íntimamente ligado al narcotráfico; montó una fuerza militar paralela a las FFAA, para poder controlar a la oposición democrática, que se organizó en torno a la Central Obrera Boliviana – COB.
Esas fuerzas paramilitares tenían carta blanca para matar, intimidar y, sobretodo, para controlar el tráfico de drogas.
Durante la dictadura de García Mesa y Arce Gómez no había distinción entre política y elaboración y tráfico de drogas.
Una actividad era parte de la otra.
Es errado afirmar que la FFAA bolivianas estaban involucradas con los carteles de la droga.
En realidad, fueron algunos malos militares, encabezados por Mesa y Gómez, que, con la ayuda de malos militares argentinos, tomaron el poder tras un cruento golpe de estado y construyeron un puente que les permitió comunicarse directamente con los capos de la droga.
Las riquezas minerales (sobretodo las piedras preciosas) del oriente boliviano, fueron incluidas en el botín asaltado por la dictadura.
Orígenes
El poder y la fuerza de Luís Arce Gómez comenzó durante el final de gobierno del dictador Hugo Banzer Suárez y se consolidó en el fallido proceso electoral de 1978, que intentó, mediante fraude, colocar en la presidencia a Juan Pereda Asbún, un general de aviación, que traicionó a Banzer.
Fue durante el proceso electoral del 78 que los grupos paramilitares comenzaron a organizarse, adquiriendo fuerza total durante el golpe de García Mesa en 1980.
Como miembro del alto mando militar, Comandante de las FFAA y presidente de facto, García Mesa hacía las vistas gordas ante las andanzas de Arce Gómez que tenía su cuartel general en el ministerio de gobierno de la avenida Arce y en donde tenía más poder que el propio presidente.
Nadie escapaba del control del esquema implementado por Arce Gomes y sus paramilitares. Mucho menos los periodistas. (Esa es historia para próximo capitulo).
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